Nace en 1896 en Garralda, localidad del pirineo navarro, y murió fusilado a la edad de 40 años en 1936, no se sabe el lugar.
Líder del Frente Popular (unión de varios partidos de izquierdas) en Navarra. Ramón era sindicalista y político republicano de izquierdas.
Ninguno los cuatro fusilados de Osasuna tuvieron juicio, podemos referirnos como asesinatos, aparecen acusaciones, como la del Diario de Navarra (DN), el día de su detención: muy destacado por su significación extremista, algo había que decir de todo un caballero, según la inmensa de testimonios de la época. Una persona polifacética y con muchos recursos personales, como veréis.
El apellido es de origen vasco-francés (proceden de la Baja Navarra), asentados en el Valle de Aezkoa (Navarra); tras el incendio de Garralda, se instalaron en Monreal, y a la muerte del padre, se trasladaron a Pamplona. Estudió en el Seminario de Pamplona.
De ésa época, de su juventud, aportamos una reseña del Diario de Navarra de 1914 aparece como vocal en la junta de una parroquia de Iruña, el director es Garcilaso (periodista del DN y director durante 50 años y persona clave del golpe). 1917 consigue salir exento del servicio militar. Aprendió el oficio de cajista (oficial ajustador de imprenta), hoy conocemos como tipógrafo. Ligado a la UGT, participó en un mitin la víspera del 1 de mayo de aquel año. Funda El Pamplonés. Semanario satírico defensor de los intereses del pueblo. Formaba parte de la Sociedad de Tipógrafos y Similares de Pamplona (vinculada a la UGT). Trabajando en el Diario de Navarra.
Además fue deportista aficionado al fútbol y a la pelota. En DN de las décadas de los ’20 y ’30, aparecen reseñas en las que figura como jugador de fútbol y participando en partidos de pelota en el frontón de la calle de la Mañueta, según relata su hijo Manuel. Años después, directivo de Osasuna (1931/1935), desconocemos su vinculación anterior, si estuvo en su fundación o participó como jugador en sus inicios o en el de la Sportiva, era muy común estar entre los la plantilla de jugadores y en la junta al mismo tiempo o pasar de jugar a ser directivo.
Colaboró en las publicaciones El Porvenir Pamplonés y La Nueva Navarra de tendencia republicana y combatidas por la Iglesia. Fundó el Obrero Navarro. En 1919 publica en la revista socialista La Protesta un artículo titulado España dignifícate por el que fue acusado de injurias y amenazas al Rey y al gobierno, por el que fue condenado a ocho años de prisión. Permanece en la Cárcel de Pamplona, tras una campaña de solidaridad es indultado. Al salir se casa con Ramona Zapatero. La fiesta de la celebración tiene lugar en la peña Irunshemes, de la cual era fundador y directivo.
Se trasladan a vivir a Gipuzkoa, donde nacen sus dos primeros hijos, allí desarrolla una intensa actividad política y sindical. Evoluciona desde el socialismo hacia posiciones comunistas, para abandonar después y formar parte de la Izquierda Republicana (IR), partido fundado por Manuel Azaña, del que es presidente en Navarra a su regreso a Pamplona. La sede de IR se fijó en la plaza de la República 37 (actual Plaza del Castillo). En los siguientes meses se fueron adhiriendo distintas agrupaciones republicanas.
De nuevo en Iruña tiene tres hijos más y tras afianzar su situación económica familiar decide abrir una imprenta en la calle Mayor. Pasando a ser lo que se llamaba un “industrial”. De obrero sindicalista pasa a ser patrón. No le va mal. Funda con otros compañeros el diario republicano Democracia en 1932. Con 1550 acciones al principio, sólo consiguen publicar durante un año por falta de liquidez y subvenciones. A pesar de que Ramón con su imprenta, ponía todo su empeño. Iruñeko paper oso gaiztoa (el perverso periódico de Pamplona) llamaba a la publicación el cura de Errazu, información que recogemos de los trabajos de García-Sanz.
También fue unos de los fundadores y promotores del Club Larraina en 1933. Y de la Liga de los Derechos del Hombre junto a su amigo Villafranca, que también sería fusilado.
En éste período es cuando ingresa en la dirección de Osasuna, permanece como vocal en las juntas desde 1931 hasta 1935. Y el éxito es indudable: El primer año de Ramón en la junta Osasuna asciende a segunda división, fichan tres hermanos de la Real Sociedad: los Bienzobas y a un joven de 17 años de Olite: Vergara. Tres años en segunda, y al cuarto ascenso a primera en 1935, por vez primera en la historia del club. Tras el éxito, no se entiende que fueran destituidos, los nuevos directivos son personas muy vinculadas a la conspiración y al futuro golpe fascista, destacando Antonio Lizarza, figura clave del mismo.
En 1936 fue nombrado Presidente del Frente Popular en Navarra, cargo que mantendría hasta marzo. En estas elecciones, en que venció el frente Popular en España, en Navarra ganaron la derechas. Tras estas elecciones Ramón Bengaray junto a Aquiles Cuadra, también de IR y Jesús Monzón del PCE decidieron arrebatarle a la derecha la Gestora que gobernaba la Diputación. El 6 de marzo de 1936 asaltaron la Diputación, Jesús Monzón fue detenido. Por la tarde hubo incidentes junto al Diario de Navarra resultaron muertas dos personas, una mujer y un joven de 16 años, tras los disparos desde algunos balcones y por parte de la guardia civil.
El 15 de junio siguiente, en su calidad de presidente del Frente Popular, dirigió un escrito a la Comisión de Estatutos de las Cortes a la Presidencia de Gobierno protestando porque se había eliminado del proyecto de Estatuto Vasco la disposición adicional que permitía la posible incorporación de Navarra del que era firme defensor. Así votó en diversas instancias. No era el único, la flor y nata del socialismo navarro también lo apoyaba: Mariano Ansó, Julio Huici, Jesús Artola, Rufino García Larrache, Javier Iciz, Aquiles Cuadra, José Burgaleta…exilio o muerte fueron su final. Bengaray, como otros muchos habían denunciado la conspiración que se estaba preparando en Navarra. En su caso a través de su partido Izquierda Republicana y, personalmente, a su amigoIndalecio Prieto, entonces ministro.
Cuando se produjo el Golpe de Estado fascista que inició la Guerra Civil los políticos del Frente Popular y algunos sindicalistas se reunieron con el Gobernador civil, Menor Poblador, tratando de formar un gabinete de crisis. Allá estaban Ramón Bengaray y Aquiles Cuadra, de IR; Jesús Monzón, del PCE; su hermano Carmelo y Constantino Salinas del PSOE; Antonio García Fresca, concejal; Natalio Cayuela, secretario de la Audiencia; Tiburcio Osácar, director de ¡¡Trabajadores!!; Salvador Goñi y Antonio García Larraeche, concejales. Posteriormente se desperdigaron al ver que la resistencia era inútil.
Ramón Bengaray permaneció escondido y según relató El Pensamiento Navarro fue detenido el 21 de agosto de ese mismo año. Fusilado poco después, cuando y dónde es un misterio. Hay varias teorías. Estas son las palabras de su hijo Manuel:
No hay información comprobable acerca de la muerte de mi padre (disculpen la primera persona). Al salir de la reunión en la Gobernación fue a esconderse en casa de unos amigos, donde permaneció oculto algún tiempo. Desgraciadamente, he olvidado por completo el nombre de esa familia y en la actualidad no queda nadie que pueda recordármelo.
Después de su desaparición el 18 de julio, los fascistas no dejaron de buscarlo y de agredirnos registrando frecuentemente nuestra casa, lo que nos mantenía en ascuas. Recuerdo una ocasión en particular en la que, mientras registraban el dormitorio, mi hermano Angel, con gran sangre fría, escondió una caja con balas que estaban en el armario ropero, afortunadamente sin ser visto.
El caso es que, al poco tiempo, la familia que acogió a mi padre lo echó de la casa y eso lo llevó a su muerte. Visto a 70 años de distancia, esa actitud tan cruel es comprensible si se tiene en cuenta el terror que debieron sentir al escuchar las noticias de la barbarie de los asesinatos y el riesgo que corrían al tener escondido a uno de los republicanos más buscados.
Pero ¿quién se podía imaginar el 18 de julio el feroz comportamiento de las derechas? De habérselo imaginado, mi padre, que conocía los preparativos de los carlistas y lo advirtió al Gobierno de la República con bastante tiempo, pudo haber salido tranquilamente de Pamplona unos días antes. Pero él, como tantos otros, no tenía por qué temer nada, ya que nada había hecho que mereciera castigo. Ramón Bengaray salió de la casa de sus “amigos” llevando sobre los hombros un colchón con el fin de que no pudiesen verle la cara y, así, no ser reconocido en la calle. No se supo nada más de él hasta que el día 23 de agosto “El Pensamiento Navarro” publicó el relato de su captura.
Tras su muerte sus compañeros de IR intentan crear un Batallón con su nombre formado por refugiados guipuzcoanos y navarros. En 4 días se habían reunido 500 hombres bajo el nombre del luchador navarro.
La familia (viuda y cinco hijos) huyó a Barcelona, después exilio en Francia, donde en 1939, al estallar la II Guerra Mundial, regresaron a Pamplona. A finales de 1946, cuando la situación se hizo insostenible, emigraron a Argentina. Posteriormente, en 1954, a Venezuela, donde hoy en día reside la mayor parte de la familia que sobrevive. Mucha de la información presentada aquí proviene del blog que elaboró su hijo Manuel y de los trabajos del historiador Angel García-Sanz.
http://www.ramonbengaray.com/#
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